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Convivencia entre padres e hijos

Vitaminas para la familia en época de cuarentena:

El vínculo entre padres e hijos es un nexo que debe mantenerse en constante estímulo para que se fortalezca y crezca sanamente. Esto se puede lograr brindando tiempo de calidad y conexión real entre todos los miembros de la familia, mostrando presencia e interés constante.

Las actividades que realicen juntos los integrantes de la familia, el involucrarse como padres conscientes, y la validación de las emociones y necesidades de los niños es fundamental para la autogestión emocional, la cual es importante en el manejo de este tiempo en casa.

Por ello, a continuación se comparte algunas estrategias, tips y recomendaciones, hechas desde el respeto y el amor, que permitirán a los padres gestionar el tiempo en casa con sus hijos de forma armónica, divertida y educativa.

Psicoeducación:

Estar en casa todos los días, muchas horas juntos, puede generar roces entre hermanos, entre padres e hijos, entre mamá y papá, u otros miembros de la familia. Es importante hacer de este tiempo un proceso de adaptación paso a paso, ya que genera un cambio en la familia que hasta hace poco no existía.

Estamos acostumbrados a que cada persona dentro del núcleo familiar tenga una responsabilidad y un rol (trabajar, estudiar, etc.). Sin embargo, el tiempo compartido juntos no solía ser tan extenso como ha sido durante estos días, desde que empezó la cuarentena. Esto puede acarrear cambios y molestias producto del ajuste a esta nueva realidad.

Algunas situaciones que pueden presentarse son:

1) Las rabietas

  • ¿Qué son? Son las frustraciones que siente el niño o niña ante un deseo que no puede o no logra cumplir. Se manifiestan a través de gritos, pataletas, molestia y llanto descontrolado. Esto ocurre porque a los/las niños/as, sobre todo cuando son muy pequeños, se les dificulta gestionar sus emociones y comprender internamente lo que está sucediendo.
  • ¿Por qué ocurren? Porque los infantes, a nivel madurativo, todavía no están listos para regular su conducta adaptativa y porque es el momento en el cual comienzan a experimentar las normas y buscan su autonomía.
  • ¿Cómo podemos gestionarlas?: Debemos entender que es una manera a través de la cual los niños y niñas expresan su incomodidad, frustración o rechazo a algo en específico. Por eso, lo indicado es:
  • Anticipar las situaciones o lo que van a realizar los niños y niñas es muy positivo para bajar sus niveles de ansiedad y brindarles seguridad y tranquilidad. También es importante no tomarse la rabieta como algo personal y es vital que los padres acompañen y guíen al pequeño amablemente hacia la calma.
  • Estar tanto tiempo en casa puede generar que el niño se enfade o se frustre por situaciones como: querer salir a la calle, pelear con sus hermanos por algo que quiere, angustiarse, sentirse triste o estresado. Todo esto puede ocasionar la presencia de una rabieta.

2) Los miedos

  • ¿Qué son los miedos? Son una emoción primaria provocada por la percepción de estar en peligro. Los/las niños/as suelen sentir miedos o temores ante situaciones muy cotidianas como estar o dormir solos, quedarse en la oscuridad e ir a la escuela.
  • ¿Por qué ocurre esto? La dinámica de cambios que se está viviendo no excluye a los más pequeños, sobre todo, a niños/as entre tres y seis años, a quienes les cuesta un poco más comprender la realidad. En muchas ocasiones pueden sentir miedo y confusión sobre qué es el virus, cuánto puede durar, si les pasará algo a ellos o a sus padres.
  • ¿Cómo podemos gestionarlos?: El primer punto es que los padres comprendan y hagan comprender esta emoción a los hijos/as y, posteriormente, transmitirles seguridad, protección y confianza, conversando acerca de las causas de su temor o qué les preocupa y afecta.
  • Es bueno ayudarles a entender que el miedo no es una emoción negativa, que es normal sentirla a lo largo de nuestra vida. También es recomendable ayudarles a poner un nombre a su sentimiento, es decir, poner en palabras aquello que experimentan.

3) Las rutinas

  • ¿Qué son? Las rutinas son costumbres o hábitos que se adquieren al realizar repetidas veces una tarea determinada.
  • ¿Por qué son importantes? Porque fomentan la autonomía y responsabilidad en los/las niños/as, brindándoles estructura, organización, límites y seguridad. Les ayuda a conocer las actividades que se realizarán cada día y así bajar los niveles de ansiedad o angustia que puedan presentarse, ayudándoles en el desarrollo de su autorregulación.
  • ¿Cómo organizarlas cuando se desajustan? En la medida de lo posible es importante mantener la misma estructura de rutinas básicas que se tenía anteriormente, haciendo los ajustes necesarios para conservar horarios de aseo e higiene, alimentación, estudio y sueño. Esto evitará un desajuste mayor y mantendrá a los niños equilibrados para cuando deban incorporarse nuevamente a sus actividades regulares.

En próximas entregas podrás encontrar: información para cuidadores de personas enfermas, para familias e hijos con discapacidad y para adultos mayores, entre otros temas.

Referencias:

 

Autor:Rafael Sánchez - Coordinador Académico ILFAM