Vitamina 11 "Amoris Laetitia" - Atender a los ancianos habla de la calidad de la civilización

Autor: Hernán Quiñones - Docente UTPL el Mié, 06/04/2022 - 12:55

Capítulo cinco: Amor que se vuelve fecundo / La vida en la familia grande / Los ancianos (191-193)

191. «No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones» (Sal 71,9). Es el clamor del anciano, que teme el olvido y el desprecio” …

Al hablar de <<envejecer>> entendemos que la persona humana está atravesando una profunda transformación física y biológica irreversible, puesto que el organismo en sus funciones corporales se altera, transforma, modifica y deteriora, por el paso del tiempo. Algo inexorable para la especie humana, algo que nadie puede cambiar o detener, pero que sin lugar a duda trae al mismo tiempo aspectos positivos, dignos de valorar y compartir. Por ello, es importante hacer de esta etapa de la vida no solo algo valioso, sino convertirlo en un aporte necesario para la sociedad de nuestros días, y por supuesto para el futuro de nuestros hijos y nietos.

En Amoris Laetitia, el Papa Francisco nos invita a ser instrumentos para escuchar la súplica de los pobres, pero también nos pide que escuchemos el grito de los ancianos, quienes aparentemente han terminado <<su vida útil>>.

Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de hospitalidad, que haga sentir al anciano parte viva de su comunidad, afirma el Pontífice. Al contrario de la sociedad del descarte, el evangelio nos invita a ser inclusivos ya que, desde el antiguo testamento, los libros sapienciales recuerdan valorar a los padres y no olvidarlos cuando sean ancianos, es más, Jesucristo nos enseña que el amor, es el más grande valor que debe cultivar el ser humano.

Gratitud, aprecio y hospitalidad es la invitación que se nos hace en este apartado del Amoris Laetitia, fruto de una mirada de cariño a aquellas personas que han entregado sus vidas para engrandecer las nuestras. Así estaremos al mismo tiempo formando a la nueva generación, a nuestros niños y jóvenes.

“Sus palabras, sus caricias o su sola presencia, ayudan a los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que son herederos de un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que nos antecede...” 192.

Reflexionemos:

  • ¿Soy consciente de la riqueza que representan los ancianos para nuestra vida, para nuestra familia y para la sociedad?
  • ¿Qué puedo hacer para resaltar su importancia en los medios en los que me desenvuelvo?