La mujer a lo largo de la historia ha transformado su desarrollo y protagonismo pasando por diversos roles en una sociedad difícil de interactuar, en la que ha tenido que luchar de manera resiliente frente a la obtención de derechos y reconocimientos por su labor hasta llegar a una conquista igualitaria que aún continúa en proceso.

Con la llegada del COVID – 19 el rol de la mujer es fundamental, gran parte de la población trabaja desde sus hogares, esto ha permitido focalizar la atención al compromiso que implica el manejo de un hogar y cuidado de los más pequeños y vulnerables, modificando de una u otra forma el concepto de quedarse en casa, convivir y crear corresponsabilidades en el manejo familiar.  Es el tiempo perfecto para educar a los hijos en un involucramiento del manejo de hogar, colaboración alegre en las tareas domésticas y apoyo en los roles familiares.

Trabajar desde casa se ha vuelto un verdadero reto pues implica equilibrar de manera adecuada la vida personal, familiar y laboral sacando adelante, además, todas las dificultades de espacio y tecnología a las que no estábamos acostumbrados a lidiar. La participación de la Mujer es vital para el desarrollo de la familia, de las comunidades y sociedades en general en contextos normales y más aún en épocas de pandemia y dificultad, son ellas las que se encargan del cuidado de adultos mayores, niños y enfermos, aportando así, con una participación fundamental para el desarrollo de la vida y formación de una sociedad.

 Estamos en una época de aislamiento, esto puede llegar a provocar estados de ánimo vulnerables, si bien es cierto, cada ser humano es diferente y procesa de diversa manera las situaciones difíciles y de riesgo, la mujer sin ser excepción de la regla, realiza un doble esfuerzo por ayudar a mantener el vínculo de armonía en su familia, encargándose así de que todos sientan el amor y protección, por esto, es importante trabajar de manera personal en una pertenencia y búsqueda de sentido a esta situación que, estará presente por un largo tiempo en la vida intrafamiliar.

Las pandemias suelen relacionarse con confusión, temores, incertidumbre y la probabilidad de muertes en seres queridos. También se la relaciona con estresores sociales tales como hacer ajustes en las rutinas, separación de amigos y familiares, pérdida de empleos y aislamiento social, sin embargo cuando la convivencia tiene mayor  apertura al diálogo,  ayuda mutua, comprensión  y los miembros de casas trabajan con corresponsabilidad  donde la mujer tiene gran incidencia, se puede aplacar en gran medida estos estresores.

Es lógico que haya datos contundentes de que algunos trastornos emocionales han aumentado notablemente, en especial la ansiedad, depresión, insomnio, y temores generales encontrado en niños, adolescentes y adultos en general.

Ecuador cuenta con el estudio de teletrabajo y emociones realizado durante la pandemia y publicado en agosto 2020 por las consultoras Brinca y Consulting y por la empresa de análisis de datos Krino, cuya principal pregunta planteada en el estudio fue: ¿Qué problemas ha experimentado durante el trabajo? Y la respuesta del 52% de encuestados fue: los quehaceres domésticos, problema que afecta más a las mujeres que a los hombres de acuerdo con el estudio y que es buen momento para trabajar en la responsabilidad compartida.

De lo que no cabe duda es que la mujer ha estado presente a lo largo de toda la historia como hemos señalado, gracias a su constante esfuerzo ha dejado en el corazón del hombre y la familia una huella imborrable de protección, protección y amor, aún en medio de enormes sacrificios, para el bien de quienes ama.

¡Gracias Mujer!