La figura paterna, una clave importante en el desarrollo de los hijos

Autor: Msc Richard Valenzuela Mendieta / Profesional invitado ILFAM. el Mié, 07/06/2023 - 10:53

El rol de ser padre ha sufrido varias transformaciones a lo largo de las generaciones; sin embargo; continúa siendo un rol irremplazable dentro de las estructuras familiares. Para poder comprender su importancia, vale la pena hacerse las siguientes preguntas: ¿Cuál ha sido la importancia del rol del padre a lo largo de la historia? y ¿qué le depara el futuro al significado de la palabra padre?

En la antigüedad, la figura ideal del padre era aquella  que no mostraba tristeza ante la pérdida, miedo ante la adversidad o felicidad ante aquellos momentos gratificantes que obsequia la vida; en otras palabras, debía ser estoico. Las enseñanzas de padres a hijos eran rígidas y sucedían, con mucha frecuencia, a través de la intimidación; no podría ser de otra forma, ya que los hijos debían estar preparados en el menor tiempo posible para que pudieran  ayudar a los padres en las actividades productivas para la subsistencia. Así, en esta descripción sobre el antiguo rol de la paternidad, no podemos ignorar que el peso de, las responsabilidades socioculturales como la de ser un proveedor, asegurar la satisfacción de necesidades materiales y financieras de la familia; jugaban un rol importante.

En las últimas décadas, estos roles tradicionales han sufrido transformaciones significativas, lo que ha resultado en una comprensión más diversa de lo que significa ser padre. En la actualidad, el padre, es tanta figura presente en la vida de un niño,  ofrece diversas perspectivas y experiencias para su crecimiento integral. Los padres aportan diferentes fortalezas, intereses y enfoques a la crianza de los hijos, lo que enriquece la comprensión del mundo del niño y promueve su desarrollo completo, además de   la comprensión de las responsabilidades sociales. También, a través de las interacciones con los padres los niños van adquiriendo habilidades sociales tales como la empatía, la comunicación y  la cooperación. Estos cambios han permitido que el padre sea una presencia mucho más atractiva en todos los aspectos de la vida de sus hijos.

Sin importar el paso del tiempo, la figura del padre sigue manteniéndose como aquella guía cariñosa y firme tan necesaria para los hijos. La felicidad de un padre nunca se medirá por sus logros obtenidos o reconocimientos, sino por el tamaño de la sonrisa de sus hijos, la preocupación de un padre no son los problemas que le presente la vida, sino como estos podrían afectar la felicidad de sus hijos, la fortaleza de todo padre siempre serán sus hijos y al mismo tiempo su debilidad.

Para finalizar, no existe satisfacción más grande para un padre que tener la seguridad de haber dejado en este mundo una persona llena de valores y  principios que le pueda ser útil a la sociedad, una persona que pueda superar los obstáculos que se presenten en la vida y que no repita los errores que cometimos; y sea en un futuro un mejor padre del que fuimos nosotros.