“Vivimos en una época en la que hay muchos medios de comunicación sumamente eficaces.

La información viaja a la otra punta del planeta con gran rapidez. Pero es precisamente en esta época cuando la comunicación entre la gente, entre padre e hijo, marido y mujer, o madre e hija, se ha vuelto más difícil.

Si no podemos restablecer la comunicación entre nosotros, nunca podremos ser felices.” (Nath Han)  

La palabra comunicación deriva del latín comunicare, que significa “compartir algo, poner en común”. Es una capacidad del ser humano de trasmisión, por lo que unido a lo que Maffesoli (2005) explica sobre las nuevas generaciones en especial los adolescentes, existe una necesidad exacerbada de compartir gustos, intereses y fantasías, que las lleva a crear pequeñas entidades o comunidades, ya que nuestra vida se desarrolla en un contexto caracterizado por la presencia de múltiples y variados soportes o herramientas de tipo digital.

Aguaded (2009), afirma que para socializar y educar es preciso comunicarse, por ello es importante reflexionar sobre la familia como entorno privilegiado de comunicación interpersonal y para hacer realidad esta misión, como lo expresa Tully (2017), sin duda es crucial reconocer que la sociedad actual ha sufrido cambios fundamentales por el uso de la tecnología. La relación entre padres e hijos han llegado a ser fases independientes de la vida con estilos de existencia fácilmente identificables, en las cuales los medios digitales hacen un aporte que no debe ser desestimado. Con la ayuda de estos, la familia se apropia de importantes competencias digitales a fin de lograr un anclaje en el entorno.

Rossi, Boccacin & Moscatelli (2014), afirman que cuando la sociedad piensa en la nueva generación oscila entre la esperanza y la inquietud: es optimista cuando los niños dominan las tecnologías del futuro, pero reacciona de manera escéptica cuando se ve que los niños no han adquirido las destrezas culturales básicas. Es por ello un reto de los padres adquirir como una estrategia más de comunicación estos medios digitales presentes para poder educar a sus hijos e hijas en una utilización responsable y segura, ya que no solo aportan ventajas y oportunidades, también suponen inconvenientes y riesgos que se debe conocer. El primer paso que se debe dar es aceptar que hay nuevas relaciones de comunicación digital y como lo enuncia Jaeanarmas (2017) “Tu entorno te define”, ahora se puede definir como “tu entorno digital te define a ti y a tus hijos “.