NAVIDAD 2023

NAVIDAD 2

Autor: José María Sierra - Capellán UTPL. el Jue, 14/12/2023 - 11:14

El ángel les dijo: “No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,10-12).

 

Hemos comenzado el Adviento, el tiempo de preparación para la llegada de la Navidad con el nacimiento de Jesús, tiempo de espera y de esperanza, tiempo de ilusión que precede a un gran acontecimiento.

Cuando damos una mirada al mundo, parece que predomina la violencia, la guerra, la corrupción, el ansia de poder; sin embargo, también hay signos de solidaridad, de ayuda, de compromiso responsable. Este es el mensaje que, cada Navidad, nos recuerda el nacimiento de Cristo: otra sociedad es posible cuando orientamos nuestro corazón en la dirección de Dios y confiamos en su Divina Providencia.

La Sagrada Escritura narra la historia de la relación de Dios con el pueblo elegido, que culmina con la encarnación del Hijo de Dios para redimir al mundo y predestinar al ser humano a la vida eterna. Cada Navidad, recordamos este acontecimiento que cambió la historia de la humanidad hasta el punto de fijar el calendario en todo el mundo.

Este Jesús que nace nos recuerda, un año más, que el amor incondicional es la clave para alcanzar la plenitud de corazón y la felicidad que todos los seres humanos ansían, y que hace falta seguir la intencionalidad del corazón, que nos lleva a dar lo mejor de nosotros mismos para los demás.

El espacio ideal para llevar a la práctica el mensaje de amor de Jesús es la familia; ese es el mejor lugar para mostrar el amor incondicional, allí entre los esposos y con los hijos. En este entorno, cobra una importancia vital la vivencia de la Navidad, desde los signos más externos como el belén, el árbol, la decoración, y, sobre todo, con los signos que brotan del corazón: alegría, ternura, paciencia y generosidad.

Desde el ILFAM se tiene presente esta visión y es de agradecer el trabajo continuo que realiza desde su creación.

Que el Niño Jesús, que renace de nuevo en nuestros corazones, bendiga a cada uno de ustedes y sus familias para seguir dando testimonio del amor incondicional de Dios por sus hijos.