EL PASO DE LOS AÑOS

EL PASO DE LOS AÑOS

Autor: Elizabeth Matute - Docente Utpl el Jue, 30/11/2023 - 11:38

Hace no poco tiempo y en diferentes culturas, ser mayor, tener una avanzada edad, acumular años, o como queramos llamarlo, no representaba algo negativo. Todo lo contrario; a las personas de una avanzada edad se les procuraba un trato reverencial porque era sinónimo de buena reputación, conocimiento, y trasmisión de cultura. Con el transcurso del tiempo, en medio de una lógica de la eficiencia y el beneficio, esta consideración ha sufrido cambios y transformaciones importantes, por lo que es necesario observar y reflexionar acerca del trato que actualmente damos a las personas mayores; analizar sus causas y consecuencias, tomando en cuenta que, a pasos agigantados, caminamos todos hacia allá.

La combinación entre el paso del tiempo, estilo de vida y características propias de cada persona, hacen que la configuración de nuestra personalidad adopte diferentes matices a lo largo de la vida. El arte de la forja de nuestra existencia es “aquí y ahora”, a través de cada circunstancia que la vida nos presenta, y de la forma que la asumimos. Por lo tanto, el paso de los años, si estos han sido aprovechados, nos otorga la sabiduría que nos permite ofrecer a nuestra familia y a nuestra sociedad, un aporte significativo, sereno, sencillo, y generoso. Los abuelos, generalmente de edad considerable, son fiel reflejo de este proceso.

Comparto a continuación algunas características que se observan en los abuelos, recogidas en el documento “Abuelos de vocación” (2023), porque me han parecido un aporte interesante:

· Son ejemplo y transmisores de valores.

· Mantienen el vínculo entre las generaciones, haciendo de historiadores con anécdotas y hechos familiares.

· Son lazo de unión, estabilidad y protección entre todos.

· Actúan como modelo de serenidad ante el envejecimiento.

· Funcionan como paño de lágrimas cuando el niño o los padres están tristes.

· Narran sus historias pasadas y desarrollan en el niño imaginación, sentido común del buen hacer y del buen ser en la vida.

· Son las personas perfectas para ejercer de negociadores entre padres y nietos, pues su experiencia ayuda en momentos de crisis familiar.

Seamos promotores de una civilizaciòn que valora a las personas mayores, a los ancianos, a los abuelos, aceptándolos, acompañándolos y queriéndolos. Ellos nos entregan un pasado, que nos ayuda a construir el futuro. A cambio siempre recibiremos seguridad, arraigo, vida entregada.

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